domingo, 18 de diciembre de 2016

¿Aburrido de hacer siempre lo mismo?

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El skeleton, deporte olímpico de invierno, afloró a finales del siglo XIX en Suiza, cuando un  soldado inglés llamado Child utilizó un trineo de metal cuya forma era similar a la de un esqueleto humano; es por eso por lo que actualmente se le conoce como tal. La pista más longeva que existe de esta modalidad se encuentra en un Club Alpino llamado Königsse, situado en el extremo sur de Alemania. Allí fue donde comenzó a practicarse el deporte de manera oficial. Este deporte fue expandiéndose paulatinamente: de Suiza a Austria hasta convertirse oficialmente en deporte olímpico en el año 2002, aunque ya lo había sido en dos ocasiones antes (1928 y 1948).


  Como en los otros deportes de descenso en trineo se estima mucha importancia a la salida debido a que esta debe ser explosiva para ganar velocidad lo más rápido posible. Para facilitar la obtención de esta velocidad, es necesario un calzado especial que cuente con la máxima adherencia. Cuando se obtiene la velocidad deseada en los primeros cincuenta metros, el piloto se sitúa boca abajo sobre el trineo llevando su cuerpo a una postura aerodinámica y plana.



  El piloto hace uso de una protección que tiene especial cuidado con la barbilla ya que esta se encuentra a escasos centímetros del suelo. También están obligados a usar coderas y hombreras bajo sus trajes en todo momento.  Los pilotos, además emplean trajes sintéticos que se ajustan al cuerpo, permitiendo una total movilidad y al mismo tiempo ofreciendo una ínfima resistencia al aire.

  El skeleton es un deporte realmente complicado, no sólo por las velocidades que adopta el trineo (pueden llegar a sobrepasar los 130 km/h), sino también porque el piloto debe ser veloz a la hora de decidir hacia qué lugar debe mover su trineo o las acciones que debe realizar sin ningún margen de duda.

  El piloto va agarrado a unas manetas de las que no puede mover sus manos y al igual que en el luge, el trineo carece de volante, por lo que es el propio piloto quién inclina su fuerza a un lado u otro según la dirección que deba tomar el trineo.


  El rasgo que diferencia este deporte de los demás deportes de trineos es que solo existe en la modalidad individual (tanto masculina como femenina).

  Las competiciones suelen celebrarse en dos mangas. El ganador de la competición será aquel que obtenga menos tiempo en la consecución de esas dos mangas. Aunque la competición que cuenta con una mayor relevancia para los pilotos del Skeleton es la disputada en los Juegos Olímpicos, se organiza anualmente un Campeonato Mundial desde que este deporte vio la luz por primera vez en 1889.

  Ander Mirambell consiguió convertirse en el primer olímpico español en este deporte en los juegos de Vancouver 2010, toda una proeza teniendo en cuenta que solo llevaba practicándolo 5 años y con un material y un entrenamiento bastante rudimentario.
(Os invitamos a ver este reportaje para conocer más su historia)

  Como dato curioso debemos destacar los llamativos diseños de cascos que han lucido los atletas en Sochi, ya que es la parte que más se ve durante la exhibición.

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