Seguramente nunca le habías dado importancia a algo tan insignificante como un estornudo...
Dado lo anterior, deducimos que el estornudo es sin duda un mecanismo de defensa del aparato respiratorio, un acto reflejo que tiene una fase de inspiración brusca de menos de un segundo durante la cual pueden entrar hasta dos litros y medio de aire.
Los músculos abdominales harían subir el diafragma para aumentar la presión en los pulmones y entonces el aire saldrá disparado (espiración) por la nariz y la boca a una velocidad media entre 110 y 160 kilómetros por hora.
Este complicado proceso está regulado en nuestro cerebro por el llamado centro del estornudo, situado en el bulbo raquídeo. Dicho es el responsable de enviar los mensajes a los más de ocho tipos de músculos diferentes que participan en el estornudo, entre los que podríamos señalar los del abdomen, el pecho, el diafragma, las cuerdas vocales, la parte posterior de la garganta, los párpados, la boca o la cara.
Existen otras razones por las cuales tú y yo estornudamos...
El estornudo no sucede únicamente cuando un un cuerpo extraño intenta invadirnos a través de la nariz, en ocasiones también ocurre cuando miramos al Sol. Esto se llama el estornudo fótico. El estornudo fótico ocurre por sensibilidad a la luz y hoy se sabe que este tipo de estornudos, que no afecta a todas las personas, es heredable genéticamente.
Se piensa que existe alrededor de un 35% de la población que tiene estornudos fóticos, los cuales parece que están provocados por la sobreestimulación visual que excita al nervio trigémino. Éste está localizado en el cerebro, controlando funciones tan diferentes como la masticación, la expresión facial y la transmisión al cerebro de estímulos captados por la nariz, los ojos y el cuero cabelludo.
Les comenté al comienzo, que el estornudo es algo realmente complejo, molesto incluso para algunas personas. Por ejemplo, se conoce que existen muchas formas de inducirse el estornudo y no solamente por la luz o por materiales extraños en la mucosa nasal: los estornudos pueden llegar a tener connotaciones sexuales. En este sentido, unos científicos del Reino Unido publicaron un trabajo acerca de hasta 17 personas que tenían un síntoma en común: al pensar en algo relacionado con el sexo, estornudaban. Estos mismos científicos pensaban que el problema podría radicar en la existencia de una especie de “cortocircuito” en las conexiones cerebrales que haría que se cruzaran sistemas del cerebro diferentes, como serían los que regulan las actividades sexuales y las del estornudo.
Dice la historia...
Que exclamar “salud” o “Jesús” a la persona que estornuda es una tradición derivada de tiempos del papa santo Gregorio I conocido como Gregorio Magno (540-604). En ese tiempo, alrededor de 590, la peste se extendía por Europa. Como forma de lucha contra la peste, San Gregorio Magno mandó orar y procesionar. Así a los que estornudaban se les decía “salud”, que cumplía la función de oración pero también señalaba al posible infectado.
Sin embargo, según la tradición hebrea, Adán dio su primer estornudo cuando Eva le dio la manzana, lo que interpretó como un signo del Maligno y un presagio de muerte. Desde entonces hasta los tiempos del patriarca Jacob se pensaba que cuando alguien estornudaba, el alma, que era donde se localizaba el cerebro, se impulsaba fuera de la cabeza y anunciaba su muerte. El Talmud menciona el estornudo como uno de los mecanismos fisiológicos que nos recupera de los males.
Cuentan también
que el estornudo fótico fue ya observado por Aristóteles (siglo IV antes de Jesucristo). Aristóteles se preguntaba por qué algunas personas al mirar al sol estornudaban, cosa que se impedía cerrando los ojos, y sin embargo el fuego no provocaba el estornudo. Aristóteles concluyó que el motivo del estornudo era la luminosidad del Sol y no el calor que de él emanaba.
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